Memoria del Papa san Pío X
Hasta las recientes canonizaciones de los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II, era el último Papa santo.
Su fecundo y luminoso ministerio petrino se centró en "restaurar todo en Cristo" particularmente en la disciplina sacramental, litúrgica y doctrinal; pues luchó sin miramientos contra los errores modernistas que a principios del siglo XX querían infestar el orbe cristiano.
Tuvo una gran devoción a la Santísima Virgen y al rezo del rosario, cuya práctica promovió incansablemente; facilitó la comunión eucarística permitiendo que los fieles comulgaran con más frecuencia y que los niños pudieran comulgar a edad temprana, de ahí que se le conozca como el papa de la Eucaristía.
Promovió el canto gregoriano, impulsó los coros litúrgicos, modificó el Oficio Divino para que los sacerdotes fueran más fieles a él, y dio siempre testimonio esplendoroso de fidelidad a la verdad de la Doctrina de Cristo. Sin confundir pobreza y humildad con mal gusto y ordinariez, fue verdaderamente pobre y humilde hasta su muerte.
Que este santo pontífice ruegue hoy por la Iglesia que tanto amó mientras la gobernó.
Escrito por el Señor Alejandro Usma Días.