SANTA INÉS, VIRGEN Y MÁRTIR
Inés, siendo aún adolescente, dio el supremo testimonio de la fe con el martirio a honra y título de la castidad.
Se dice que Santa Inés era una niña de 12 o 13 años, de origen patricio. "Su devoción, dice san Ambrosio, era superior a su edad. Su energía superior a su naturaleza”.
“¡Cuantos terrores, insiste san Ambrosio, ensayó el verdugo para asustarla! ¡Cuanto halagos y promesas para rendirla!”. Pero ella respondió: "Injuria sería para mi Esposo el pretender agradar a otro. Me entregaré sólo aquél que primero me eligió".
Rechazó al hijo del prefecto de la ciudad, Procopio, y por ello, después de prometerle riquezas, ella se negó a renunciar a su fe, por ello se le obligó a sacrificar a la diosa Vesta o Minerva, lo que no consiguieron a pesar de las torturas del fuego y de las promesas de grandes riquezas y bienes materiales.
Como en el derecho romano, no se podía condenar a muerte a una virgen, el juez Sempronio ordenó que la llevasen a un prostíbulo, con la intención de que la violasen, pero su cuerpo se cubrió con su cabello, y todos los que intentaron tocarla murieron en el acto. "Haz lo que quieras, responde Inés, impávida y confiada. Cristo no olvida a los suyos. Teñirás, si quieres, la espada con mi sangre. Pero no mancillarás mis miembros con la lujuria". Por fin fue degollada. San Ambrosio dirá: "Va coronada no de flores, sino de gracia y castidad". Fue enterrada en la vía Nomentana.
martes, 21 de enero de 2014
jueves, 16 de enero de 2014
LOS ESCANDALOS DE LOS SACERDOTES! VERGUENZA PARA LA IGLESIA: PAPA FRANCISCO
Los escándalos en la Iglesia suceden porque no
hay una relación viva con Dios y con su Palabra. Así, los sacerdotes corruptos,
en vez de dar el pan de la vida, dan un pasto envenenado al santo Pueblo de
Dios: así lo ha afirmado Papa Francisco en su homilía de la mañana, durante la
misa presidida en Santa Marta.
Comentando la
lectura del día y el salmo responsorial, que relatan una dura derrota de los
israelitas de la mano de los filisteos, el Papa observa que el Pueblo de Dios
en aquella época había abandonado al Señor. Se decía que la Palabra de Dios era
“rara” en ese tiempo. El viejo sacerdote Eli era un “tibio” y sus hijos
“corruptos, que asustaban al pueblo y lo maltrataba”. Los israelitas para
combatir contra los filisteos utilizan el arca de la alianza, pero como una
cosa “mágica”, “una cosa externa”. Y son derrotados: el arca es tomada por los
enemigos. No hay fe verdadera en Dios, en su presencia real en la vida:
“Esta cita de la
Escritura nos hace pensar en cómo es nuestra relación con Dios, con la Palabra
de Dios: ¿es una relación formal? ¿Es una relación lejana? ¿La Palabra de Dios
entra en nuestro corazón, cambia nuestro corazón, tiene este poder o no, es una
relación formal, todo bien? ¡Pero el corazón está cerrado a esa Palabra! Y nos
lleva a pensar en muchas derrotas de la Iglesia, a tantas derrotas del Pueblo
de Dios, sencillamente porque no escucha al Señor, no busca al Señor, ¡no se
deja encontrar por el Señor! Y después de la tragedia, la oración, esta: ‘Pero
Señor ¿Qué ha pasado? Has hecho de nosotros el desprecio de nuestros vecinos.
El desprecio y la burla de los que nos rodean. Nos has hecho refrán de los
gentiles, nos hacen muecas las naciones”.
El Papa se refiere
a los escándalos de la Iglesia:
“Pero nos
avergonzamos? Muchos escándalos que no quiero mencionar de forma individual,
pero que todos sabemos… ¡sabemos donde están! Escándalos, algunos que han hecho
pagar mucho dinero: ¡Está bien! Se debe hacer así.. ¡La vergüenza de la
Iglesia! ¿Pero nos hemos avergonzado de las derrotas de sacerdotes, obispos,
laicos? La Palabra de Dios en esos escándalos era rara, en esos hombres y
mujeres ¡la Palabra de Dios era rara! ¡No tenían un vínculo con Dios! Tenían
una posición en la Iglesia, una posición de poder, incluso de comodidad. Pero
la Palabra de Dios, ¡no! ‘Pero, yo tengo una medalla!; ‘yo llevo la Cruz’…
¡Igual que estos llevaban el arca! ¡Sin la relación viva con Dios y con la
Palabra de Dios! Me viene a la mente la Palabra de Jesús para los que
provocaban los escándalos… y aquí el escándalo llegó: toda una decadencia del
Pueblo de Dios, hasta la debilidad, la corrupción de los sacerdotes”.
Papa Francisco
concluye la homilía dirigiendo su pensamiento al Pueblo de Dios: “¡Pobre gente!
¡Pobre gente! No damos de comer el pan de la vida; no damos de comer, en esos
casos, ¡la verdad! Damos de comer pasto envenenado, muchas veces. ‘Despierta,
¡por qué duermes Señor!’. Qué esta sea nuestra oración! ¡Despierta!¡No nos
rechaces para siempre! ¿Por qué escondes tu rostro? ¿por qué olvidas nuestra miseria
y opresión?’ Pidamos al Señor no olvidarnos nunca de la Palabra de Dios, que
está viva, que entre en nuestro corazón y que no olvidemos nunca al santo
pueblo fiel de Dios, ¡que nos pide pasto fuerte!”.
miércoles, 15 de enero de 2014
Meditemos sobre la Navidad.
Hemos finalizado una gran
etapa, en la que no solo disfrutamos del descanso y la compañía familiar, sino
que también conmemoramos el nacimiento de nuestro Salvador.
Y es allí, en el seno de la
familia de Nazaret, donde contemplamos la gloria de Dios, manifestada en su
Hijo y en la mujer que Él escogió para que fuera su Madre. ¡Qué grandeza la de
María! Ser la elegida de Dios para traernos la salvación.
La Virgen María
fue "dotada por Dios con dones a la medida de su misión tan
importante" (Lumen Gentium). El ángel Gabriel pudo saludar a María como
"llena de gracia" porque ella estaba totalmente llena de la gracia de
Dios. Dios la bendijo con toda clase de bendiciones espirituales, más que a
ninguna otra persona creada. Ella es "redimida de la manera más sublime en
atención a los méritos de su Hijo". Para comprender el gran misterio de la
encarnación, hay que reconocer en María a la nueva Eva, pues si por la
desobediencia de Eva entramos en el pecado, por el Sí humilde, obediente y abnegado
de María hemos sido redimidos, en su hijo Jesús, nuestro Señor.
Dios con su
infinita misericordia, no quería que la raza humana, a quien con tanto amor ha
creado, se condenara por el pecado, sino que alcanzara la redención a través
del sacrificio santo de su único Hijo, el cual, nos ha nacido del vientre sin
mancha de María y en éste proceso escogió a San José, como padre putativo de Jesús, llenándolo de todos los dones de un padre perfecto, para que apoyando a su esposa, conociera el triunfo de Dios sobre Satanás y el pecado.
Contemplemos a la Sagrada
Familia y reconsideremos…
Hombres: ¿Qué nos hace falta
para imitar a José y ser esposos modelos? ¿Qué nos hace falta para ser unos
padres como José, y educar a nuestros hijos en la fe de Dios?
Mujeres: ¿Estamos imitando a
María en su entrega abnegada por el hogar? ¿Qué hace falta para ser la Madre
modelo que sus hijos necesitan?
Hijos: ¿Honramos a nuestros
padres, obedeciendo sus reglas, respetando sus normas y correspondiendolos en
el amor que nos dan? ¿Estamos imitando a Jesús, modelo de amor y entrega en el
hogar?
Oremos a Jesús, María y José
para que ellos reinen en nuestro hogar y nos guíen en nuestro diario caminar
juntos! a María en su
entrega abnegada por el hogar? ¿Qué hace falta para ser la Madre modelo que sus
hijos necesitan?
Hijos: ¿Honramos a nuestros padres, obedeciendo sus reglas, respetando sus normas y correspondiendolos en el amor que nos dan? ¿Estamos imitando a Jesús, modelo de amor y entrega en el hogar?
Oremos a Jesús, María y José para que ellos reinen en nuestro hogar y nos guíen en nuestro diario ca
Hijos: ¿Honramos a nuestros padres, obedeciendo sus reglas, respetando sus normas y correspondiendolos en el amor que nos dan? ¿Estamos imitando a Jesús, modelo de amor y entrega en el hogar?
Oremos a Jesús, María y José para que ellos reinen en nuestro hogar y nos guíen en nuestro diario ca
a María en su entrega abnegada por el hogar? ¿Qué hace falta para ser la
Madre modelo que sus hijos necesitan?
Hijos: ¿Honramos a nuestros padres, obedeciendo sus reglas, respetando sus normas y correspondiendolos en el amor que nos dan? ¿Estamos imitando a Jesús, modelo de amor y entrega en el hogar?
Oremos a Jesús, María y José para que ellos reinen en nuestro hogar y nos guíen en nuestro diario caminar juntos!a María en su entrega abnegada por el hogar? ¿Qué hace falta para ser la Madre modelo que sus hijos necesitan?
Hijos: ¿Honramos a nuestros padres, obedeciendo sus reglas, respetando sus normas y correspondiendolos en el amor que nos dan? ¿Estamos imitando a Jesús, modelo de amor y entrega en el hogar?
Oremos a Jesús, María y José para que ellos reinen en nuestro hogar y nos guíen en nuestro diario caminar juntos!a María en su entrega abnegada por el hogar? ¿Qué hace falta para ser la Madre modelo que sus hijos necesitan? a María en su entrega abnegada por el hogar? ¿Qué hace falta para ser la Madre modelo que sus hijos necesitan?
Hijos: ¿Honramos a nuestros padres, obedeciendo sus reglas, respetando sus normas y correspondiendolos en el amor que nos dan? ¿Estamos imitando a Jesús, modelo de amor y entrega en el hogar?
Oremos a Jesús, María y José para que ellos reinen en nuestro hogar y nos guíen en nuestro diario caminar juntos!
Hijos: ¿Honramos a nuestros padres, obedeciendo sus reglas, respetando sus normas y correspondiendolos en el amor que nos dan? ¿Estamos imitando a Jesús, modelo de amor y entrega en el hogar?
Oremos a Jesús, María y José para que ellos reinen en nuestro hogar y nos guíen en nuestro diario caminar juntos!a María en su entrega abnegada por el hogar? ¿Qué hace falta para ser la Madre modelo que sus hijos necesitan?
Hijos: ¿Honramos a nuestros padres, obedeciendo sus reglas, respetando sus normas y correspondiendolos en el amor que nos dan? ¿Estamos imitando a Jesús, modelo de amor y entrega en el hogar?
Oremos a Jesús, María y José para que ellos reinen en nuestro hogar y nos guíen en nuestro diario caminar juntos!a María en su entrega abnegada por el hogar? ¿Qué hace falta para ser la Madre modelo que sus hijos necesitan? a María en su entrega abnegada por el hogar? ¿Qué hace falta para ser la Madre modelo que sus hijos necesitan?
Hijos: ¿Honramos a nuestros padres, obedeciendo sus reglas, respetando sus normas y correspondiendolos en el amor que nos dan? ¿Estamos imitando a Jesús, modelo de amor y entrega en el hogar?
Oremos a Jesús, María y José para que ellos reinen en nuestro hogar y nos guíen en nuestro diario caminar juntos!
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