miércoles, 15 de enero de 2014

Meditemos sobre la Navidad.


Hemos finalizado una gran etapa, en la que no solo disfrutamos del descanso y la compañía familiar, sino que también conmemoramos el nacimiento de nuestro Salvador.

Y es allí, en el seno de la familia de Nazaret, donde contemplamos la gloria de Dios, manifestada en su Hijo y en la mujer que Él escogió para que fuera su Madre. ¡Qué grandeza la de María! Ser la elegida de Dios para traernos la salvación.
 
La Virgen María fue "dotada por Dios con dones a la medida de su misión tan importante" (Lumen Gentium). El ángel Gabriel pudo saludar a María como "llena de gracia" porque ella estaba totalmente llena de la gracia de Dios. Dios la bendijo con toda clase de bendiciones espirituales, más que a ninguna otra persona creada. Ella es "redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo".  Para comprender el gran misterio de la encarnación, hay que reconocer en María a la nueva Eva, pues si por la desobediencia de Eva entramos en el pecado, por el Sí humilde, obediente y abnegado de María hemos sido redimidos, en su hijo Jesús, nuestro Señor.
Dios con su infinita misericordia, no quería que la raza humana, a quien con tanto amor ha creado, se condenara por el pecado, sino que alcanzara la redención a través del sacrificio santo de su único Hijo, el cual, nos ha nacido del vientre sin mancha de María y en éste proceso escogió a San José, como padre putativo de Jesús, llenándolo de todos los dones de un padre perfecto, para que apoyando a su esposa, conociera el triunfo de Dios sobre Satanás y el pecado.

Contemplemos a la Sagrada Familia y reconsideremos…

Hombres: ¿Qué nos hace falta para imitar a José y ser esposos modelos? ¿Qué nos hace falta para ser unos padres como José, y educar a nuestros hijos en la fe de Dios?

Mujeres: ¿Estamos imitando a María en su entrega abnegada por el hogar? ¿Qué hace falta para ser la Madre modelo que sus hijos necesitan?

Hijos: ¿Honramos a nuestros padres, obedeciendo sus reglas, respetando sus normas y correspondiendolos en el amor que nos dan? ¿Estamos imitando a Jesús, modelo de amor y entrega en el hogar?

Oremos a Jesús, María y José para que ellos reinen en nuestro hogar y nos guíen en nuestro diario caminar juntos! a María en su entrega abnegada por el hogar? ¿Qué hace falta para ser la Madre modelo que sus hijos necesitan?

Hijos: ¿Honramos a nuestros padres, obedeciendo sus reglas, respetando sus normas y correspondiendolos en el amor que nos dan? ¿Estamos imitando a Jesús, modelo de amor y entrega en el hogar?

Oremos a Jesús, María y José para que ellos reinen en nuestro hogar y nos guíen en nuestro diario ca

a María en su entrega abnegada por el hogar? ¿Qué hace falta para ser la Madre modelo que sus hijos necesitan?

Hijos: ¿Honramos a nuestros padres, obedeciendo sus reglas, respetando sus normas y correspondiendolos en el amor que nos dan? ¿Estamos imitando a Jesús, modelo de amor y entrega en el hogar?

Oremos a Jesús, María y José para que ellos reinen en nuestro hogar y nos guíen en nuestro diario caminar juntos!a María en su entrega abnegada por el hogar? ¿Qué hace falta para ser la Madre modelo que sus hijos necesitan?

Hijos: ¿Honramos a nuestros padres, obedeciendo sus reglas, respetando sus normas y correspondiendolos en el amor que nos dan? ¿Estamos imitando a Jesús, modelo de amor y entrega en el hogar?

Oremos a Jesús, María y José para que ellos reinen en nuestro hogar y nos guíen en nuestro diario caminar juntos!a María en su entrega abnegada por el hogar? ¿Qué hace falta para ser la Madre modelo que sus hijos necesitan? a María en su entrega abnegada por el hogar? ¿Qué hace falta para ser la Madre modelo que sus hijos necesitan?

Hijos: ¿Honramos a nuestros padres, obedeciendo sus reglas, respetando sus normas y correspondiendolos en el amor que nos dan? ¿Estamos imitando a Jesús, modelo de amor y entrega en el hogar?

Oremos a Jesús, María y José para que ellos reinen en nuestro hogar y nos guíen en nuestro diario caminar juntos!

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